No hay una, sino dos brechas: la digital y la de género



IMF Smart Education

En nuestro país, solo el 25% de los estudiantes matriculados en carreras universitarias técnicas son mujeres, según datos del Ministerio de Educación. Además, aunque la EPA afirma que más de 10,5 millones de mujeres trabajan, las trabajadoras del sector STEM apenas suponen el 28,08% de los empleados de esta área, según el Instituto de la Mujer. ¿A qué se debe este contexto tan poco favorable? ¿Faltan vocaciones o sobran obstáculos? ¿Por qué esta infrarrepresentación femenina?

De estos y otros temas ha versado la mesa redonda “Mujeres y profesiones técnicas: ¿dónde están los límites?”, organizada por IMF Business School, en la que han participado: Marta Pérez Dorao, Presidenta de Inspiring y directora general de FECE; Cristina Aranda, fundadora de MTech y directora de Marketing en Intelygenz; Inés Sanz, gerente de Ingeniería de Clientes de Hispasat; Sonia Bautista, miembro del colectivo Máster Technical Leaders de ACCIONA, y María Teresa Gómez Condado, directora general de AMETIC. La mesa ha estado moderada por la directora general de la escuela, Belén Arcones.

El debate ha comenzado de la mano de María Teresa Gómez Condado, directora general de Ametic, quien ha asegurado que existe una enorme preocupación entre las empresas sobre cómo cubrir los puestos de trabajo que requiere la transformación digital. “Y ese talento es un cuello de botella”, ha aclarado. “Si para 2020 no conseguimos más de 500.000 empleos la transformación digital está en riesgo”, ha comentado. Complicado encajar oferta y demanda. Cristina Aranda, de fundadora de MTech, lo ha dejado claro: “Hay dos brechas, la digital y la de género. Las competencias digitales no son tener un smartphone, y apenas hay un 20% de mujeres en puestos de tecnología. Hay que hackear los estereotipos”.

Estereotipos como que las niñas se vean menos capacitadas por su propio entorno o como que falta corresponsabilidad, reflejan que estamos ante un problema sociocultural en el que sigue siendo real eso de que cuando eres madre pierdes la comba laboral. Un contexto “hostil” con ellas, se ha comentado en la mesa. Para Sonia Bautista, de Acciona, lo que los niños ven en casa es fundamental. “Somos ocho hermanos, siete mujeres y un hombre, y cinco somos ingenieras. En casa, desde luego, los estereotipos no los hemos visto”, ha aclarado. Pero en esta ruptura de lo establecido insistieron el resto de ponentes. Para Aranda, “uno de los retos es crear tecnólogas apoyadas por lemas como ‘él también cuida, ella también crea’. A las STEM les añadiría Arts”, ha matizado.

Para Inés Sanz, de gerente de Ingeniería de Clientes de Hispasat, los estereotipos funcionan. “Faltan referencias, sufrimos la invisibilidad”, ha recordado. De referencias ha hablado Marta Pérez Dorao, Presidenta de Inspiring y directora general de FECE, citando a ángela Ruiz Robles, creadora del primer prototipo de “libro electrónico” y Gabriela Morreale de Castro, creadora de la prueba del talón que se efectúa hoy en todos los hospitales del mundo civilizado cuando nace un niño.

Las fronteras entre los sectores se están desdibujando. Esto de mundo tecnológico-carreras tecnológicas es un poco antiguo. Lo que me llama la atención es por qué en el sector tecnológico la participación de la mujer está estancada desde hace más de 25 años”, ha destacado la directora general de Ametic.

Algunas de las mujeres en la mesa redonda, como Cristina Aranda, Marta Pérez y Sonia

Bautista se han mostrado a favor de que las empresas equiparen la duración de las

bajas de paternidad y maternidad. En Hispasat, por ejemplo, están explorando opciones

como la selección con currículos anónimos en la primera fase, algo que ya hace

Telefónica. También las ponentes han coincidido en la necesidad de políticas públicas

que sirvan al sector privado para fomentar la conciliación y el cambio de las larguísimas

jornadas laborales que vivimos en España.

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