Es necesario un experto en TDAH en cada centro escolar



UNIR - Universidad Internacional de La Rioja

El TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) se caracteriza por una gran distracción, respuestas impulsivas o poco reflexivas y exceso de actividad motora. Estas son, según Javier Cabanyes, especialista en neurología, doctor en medicina-cirugía y director del curso de experto en TDAH en la Universidad Internacional de La Rioja, UNIR, las manifestaciones típicas que revelan un bajo autocontrol. El doctor Cabanyes señala que es importante tener presente que no siempre se dan las tres manifestaciones mencionadas y su intensidad depende de cada persona.

Este síndrome es el trastorno psiquiátrico de mayor prevalencia en la infancia, “el porcentaje que se estima es del 3 al 5 por ciento”, apunta el doctor Cabanyes.

La edad promedio en la que se pueden manifestar los primeros síntomas está entre los 5 y 6 años, pero hay casos en los que puede surgir antes, sobre los 3 o 4 años y hay otros casos más tardíos que no se identifican hasta los 10 0 12 años. Según el director del curso de experto en TDAH de UNIR, “los motivos son las diferencias en la intensidad de los síntomas y la influencia del contexto en potenciar o compensar estas manifestaciones. La detección en casa y en el colegio se logra sospechando el problema ante un niño o niña que le cuesta permanecer quieto, no es capaz de centrarse en las tareas que requieren más atención, responde impulsivamente, tiene bajos resultados académicos y, sobre todo, cuando se identifica una desproporción entre el esfuerzo que realiza y lo que logra o una gran fluctuación en los resultados.”

¿Se pueden confundir los síntomas del TDAH con el comportamiento de un niño inquieto, activo o movido?

Según el doctor Cabanyes, “lo primero es descartar que existan factores ambientales que promuevan ese tipo de comportamientos: ausencia de límites educativos, contextos socioculturales poco estructurados, sobrestimulación ambiental, conflictividad socio familiar, etc. Sin embargo, la presencia de estos factores no excluye el TDAH sino que lo acentúa o problematiza más.”

Es un tema muy debatido, pero en opinión de Javier Cabanyes, la cuestión no está en si tiene o no una enfermedad o si esto es por su forma de ser o es una alteración. La cuestión es si está teniendo problemas o se los está causando a los demás y el grado de ayuda que necesita. Desde esta perspectiva, el TDAH es una forma de ser que causa problemas (personales y en el entorno) y que reclama una ayuda porque con lo que él o ella hace y lo que hace su entorno, no se consiguen resolver, se están teniendo más o se prevén complicaciones de futuro.”

Las farmacoterapias empleadas para estos pacientes, a pesar de su contrastada eficacia y seguridad han sido cuestionadas por el riesgo de problemas cardiovasculares y sus consecuencias a largo plazo. En palabras del doctor Cabanyes, “como todo en el ámbito de la salud, se ponderan los pros y contras, los beneficios y los posibles perjuicios. En este caso, si el diagnóstico es correcto, no hay problemas asociados que lo contraindiquen y si se hace un buen control y seguimiento, la medicación es segura, los riegos a largo plazo son mínimos y los beneficios son grandes.”

Tal y como apunta el doctor Cabanyes, “el TDAH es una enfermedad en la medida que causa problemas personales, académicos o sociales, y los recursos habituales no son suficientes para resolverlos. Por tanto, ni me parece que sea una enfermedad ficticia ni que todo niño “movido y distraído” tenga un TDAH.” Además, Cabanyes piensa que el TDAH es un trastorno mientras requiera ayudas extras (farmacológicas, psicológicas o pedagógicas) para no tener problemas, e insiste en que deja de ser un trastorno cuando ha adquirido los recursos propios para evitar problemas.

Necesidad de expertos en TDAH en los centros escolares

Dado que es un problema frecuente, con consecuencias importantes y con manifestaciones claras en el ámbito educativo, el doctor Cabanyes destaca que es imprescindible un experto en TDAH en los centros escolares con una triple función: identificar, asesorar y reforzar la intervención multidisciplinaria.

Ante la necesidad y la demanda actual de formación por parte de la sociedad cada vez más preocupada por este tema, la Universidad Internacional de La Rioja, UNIR, imparte el título de Experto en Trastornos por déficit de atención e hiperactividad. Un programa de formación que ofrece una visión amplia e integradora del trastorno, abordando el mismo desde un marco multidisciplinar, que engloba la perspectiva neurobiológica, psicológica, educativa, social y familiar del TDAH.

Para Javier Cabanyes, director del curso de experto en TDAH de UNIR, “ la salud y la educación son los dos ámbitos más importantes de la persona y de la sociedad. Todo lo que se pueda hacer para protegerlos y desarrollarlos nunca es suficiente. Precisamente, el TDAH está de lleno en ambos ámbitos – salud y educación – con repercusiones claras en la dinámica social. Por tanto, debe ser uno de los objetivos prioritarios. Obviamente, muchas medidas y estrategias de actuación están condicionadas por los recursos económicos disponibles y, como en cualquier situación de crisis, es establecer una jerarquía de necesidades. Con todo, a diferencia de otros problemas sociosanitarios en los que sin unos mínimos, poco se puede hacer (por ejemplo, es imposible detener una epidemia sin antibióticos o resolver una fractura abierta de un hueso sin un quirófano), en el TDAH se puede hacer mucho con formación, es decir, sabiendo qué es y qué hacer, y contribuyendo a generar entornos más apropiados para el niño o la niña con TDAH. Esto no es suficiente pero es mucho.”

Cuando los padres se enfrentan a un caso de TDAH, no saben en muchas ocasiones cómo actuar, lo más importante, señala el doctor Cabanyes, es acudir a un experto en la materia. En cuanto a cambiar al niño de centro escolar, Cabanyes afirma que la decisión no está en función del diagnóstico de TDAH sino de los problemas que lleva consigo, de las posibilidades de manejo en el centro escolar y de lograr una buena integración colegio-familia-terapeutas.

Entre los trastornos de la salud mental, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es una de las patologías psiquiátricas más ignoradas y menos conocidas. Se estima que afecta aproximadamente a uno de cada veinte niños o adolescentes en Europa, persistiendo en muchos de ellos durante la etapa adulta, a pesar de lo cual muy poca gente afectada por TDAH recibe el diagnóstico y apoyo adecuados. Así se refleja en Libro Blanco Europeo de TDAH.

¿Qué relación tiene el TDAH con el fracaso escolar y con el acoso escolar?

Hay muchas variables implicadas en esta cuestión, como apunta el doctor Cabanyes: “la progresiva definición y delimitación del trastorno, la educación sociocultural sobre el tema, el desarrollo de recursos de identificación, diagnóstico y tratamiento, los cambios socioculturales, la sobrestimulación ambiental, etc.”

Siguiendo el argumento de fondo sobre el TDAH, en la vida adulta, Cabanyes señala que “hablamos de este trastorno porque el bajo autocontrol le sigue causando problemas a la persona que pueden ser laborales, sociales, familiares o personales. Las causas de estos son diversas: ausencia de diagnóstico, falta o irregularidad de tratamiento, pérdida de factores externos compensadores, irrupción de factores externos desestabilizadores, etc.”

El fracaso escolar está muy asociado al TDAH, el doctor Cabanyes destaca que es un claro riesgo del TDAH pero ni está presente en todos ni es su única causa. Con respecto al acoso escolar, la relación no es tan frecuente ni directa pero existe una asociación. “En el TDAH, el tratamiento es siempre muldisciplinario, multimodal y personalizado; lo que quiere decir que se aborda desde las diferentes expectativas, con los diversos recursos disponibles en función de las necesidades de cada uno”, afirma el director del curso de experto en TDAH de UNIR.

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